El centro logístico y productivo
El mayor desafío abordado al realizar este edificio fue compaginar, por un lado, un destino de uso mixto –logística, fabricación, oficinas– y por otro contribuir a la sostenibilidad medioambiental, entendida no solo como compromiso para con el territorio, sino también como bienestar laboral. En este sentido el centro logístico y productivo es un proyecto ejemplar. Jugando con la relación continua y al mismo tiempo diferente entre luz natural y luz artificial, con la combinación de materiales y colores distintos y las tecnologías más innovadoras para construcción e instalaciones se ha logrado un lugar de trabajo agradable, personalizado y de bajo impacto ambiental.
Realizado en tan solo tres años, el centro logístico y productivo se desarrolla en dos plantas con una superficie útil de unos 49.000 metros cuadrados de los que más de 20.000 destinados a almacén, 17.000 a producción y 2.000 a oficinas y servicios. Se cuidó especialmente las zonas verdes que rodean el edificio, donde hay también un parque infantil para uso de la ciudadanía. Unos 6.000 metros cuadrados de aparcamiento público y 2.600 de obras viales completan esta construcción cuyas perspectivas arquitectónicas representan el contrapunto natural al paisaje, integrándose armoniosamente en un territorio rico en historia.
El conjunto de edificios se divide en tres áreas principales diferentes, pero comunicadas desde el punto de vista funcional: las unidades productivas, la logística de distribución, la zona de oficinas y servicios. Las dos primeras están conectadas, con 1.800 metros de líneas de transporte automático, a un almacén automatizado de semielaborados que atiende ambas zonas. En el bloque de logística la estudiada distribución de los puestos de trabajo, posicionados también en un altillo acristalado, permite controlar todo el ciclo de expedición. En la zona de oficinas y servicios unas paredes de cristal y madera dividen los espacios permitiendo la entrada de luz desde los grandes patios interiores como auténticos jardines colgantes. Aquí se encuentra también una sala de reuniones con aforo para 100 personas que cuenta con los equipamientos multimedia más avanzados.
En el interior del edificio la la luz y su utilización inteligente son el leitmotiv que recuerda lo que desde 1945 es una de las principales actividades de la empresa. La luz natural, que entra por los grandes ventanales, llega hasta las oficinas más interiores gracias a un sistema de cristaleras continuas, mientras que la luz cenital penetra por el techo del gran almacén y las unidades productivas. Para integrar la iluminación natural se realizó un proyecto luminotécnico –con protocolo Dali para una gestión flexible del grado de iluminación– que utiliza exclusivamente fuentes de LED de alta eficiencia energética para garantizar una luz artificial dosificada según el lugar de trabajo.
Para la construcción y las instalaciones de este moderno conjunto arquitectónico, se eligieron las mejores tecnologías actualmente en el mercado en términos de sostenibilidad medioambiental.
Por ejemplo, 3.000 metros cuadrados de paneles de cemento biodinámico que permiten reducir rápidamente los contaminantes orgánicos e inorgánicos presentes en el aire y corresponde, en términos de beneficios ambientales, a plantar 250 árboles. En una parte de la cubierta del edificio se plantó Sedum –que permite un ahorro energético por el mejor aislamiento térmico y la regulación microclimática– y en la otra se instalaron 2.442 paneles fotovoltaicos de silicio monocristalino. Esta instalación tiene una potencia de 730 kWp, pudiendo producir 950.000 kWh de energía al año, es decir el 30% de los consumos de energía del lugar, equivalentes al consumo de 300 familias, evitando la emisión a la atmósfera de 380 toneladas de CO2. El sistema geotérmico de circuito abierto alimenta las bombas de calor permitiendo un ahorro energético de 250.000 kWh/año, equivalente al consumo medio anual de unas 90 familias y 65 toneladas de emisiones de CO2 que no se envían a la atmósfera.
En una lógica de extremo cuidado por el medio ambiente, no podía faltar un sistema de medición inteligente para la gestión de equipos tecnológicos tan complejos. El sofisticado software BMS (Building Management System) de supervisión del edificio permite el control centralizado y la monitorización continua de los equipos tecnológicos captando, analizando y gestionando, también en remoto, los datos procedentes de los componentes inteligentes instalados como controladores y sondas que comunican entre sí con tecnología multiprotocolo (DALI, KNX, Modbus, BACnet). Es así posible mejorar la calidad de las condiciones de funcionamiento de la planta.
El centro logístico y productivo representa por lo tanto una elección de diseño y construcción en la que sostenibilidad, valor arquitectónico y bienestar laboral encuentran su pleno desarrollo, con la convicción de que solo protegiendo el medio ambiente y volviendo agradable el lugar de trabajo es posible seguir creciendo y compartiendo.