Nuestra historia arrancó el 1 de mayo de 1945, al lado de las murallas medievales de Marostica, en la provincia de Vicenza, cuando Walter Viaro y Francesco Gusi celebraron a su manera el final de la guerra. En Italia todavía no existía el Día internacional de los trabajadores y el país estaba destrozado, pero con enormes ganas de reconstrucción.
Vimar es una de las principales empresas italianas del sector electrónico y eléctrico de baja tensión. Con más de 12.000 artículos distribuidos en más que 100 países, 185 millones de piezas fabricadas al año, 1.300 colaboradores, de los que 1.000 trabajan en Italia, 4 plantas en Marostica, 9 delegaciones comerciales en el mundo, la empresa es un referente para los que buscan soluciones de altas prestaciones, calidad del producto, innovación tecnológica así como un diseño acorde a las tendencias más actuales del mercado. En 2021, por su presencia en el mercado desde hace más de 50 años, Vimar fue reconocida como Marca Histórica por el Ministerio de Desarrollo Económico, dando fe de su larga tradición en Italia.
En un momento histórico en el que las tecnologías digitales estaban cambiando las reglas del mercado y el modo en que las empresas diseñaban y desarrollaban sus productos, Vimar se abrió al mundo conectado con VIEW, acrónimo de Vimar Energy on Web. Un sistema de dispositivos inteligentes en continua evolución, formado por productos inteligentes y sistemas interconectados, estéticamente a juego, capaces de integrarse también con las propuestas comerciales de otros fabricantes. Soluciones IoT que garantizan confort, seguridad y eficiencia energética y una supervisión total mediante sencillas aplicaciones diseñadas para cubrir las necesidades de los usuarios.
Se consolidó la presencia en el extranjero con la apertura de las delegaciones en Chile, China, Austria, México, Francia, Dubái y Singapur para ofrecer los productos a más de 100 países. Vimar fue proveedor oficial del pabellón italiano en la Exposición Universal de Shanghái, confirmando ser una de las empresas más importantes del panorama internacional. Nació Eikon Evo, una auténtica evolución estética y tecnológica, y poco después fue el turno de Arké. El éxito fue inmediato. Con la adquisición de Elvox -empresa líder en el sector de sistemas de videoportero, automatizaciones y CCTV- Vimar pudo presentar una oferta completa para el interior y el exterior de la vivienda.
Nuevos estilos, nuevas tendencias arquitectónicas y tecnológicas. Diseñadores de prestigio diseñaron Plana y Eikon y se lanzó al mercado By-me, el sistema domótico que aúna control, confort, seguridad y eficiencia energética y que desde entonces es el corazón inteligente de todas las series residenciales. Abrieron sus puertas las delegaciones en Grecia y Venezuela.
Fueron los años de la “Calidad Total”: un enfoque nuevo, en un sector extremadamente complejo como el electrotécnico -por número de productos, cantidad de componentes y tecnologías. El diseño apostó por la facilidad de montaje, alcanzada gracias a un diálogo constante con el mercado persiguiendo objetivos de colaboración. Con una fuerte implicación de todo el personal, la satisfacción del cliente se convirtió en el parámetro del éxito, como el de la serie Idea que después de más de 30 años sigue representando perfectamente la preocupación de la empresa por la calidad.
En esos años se desarrolló cada vez más el concepto de seguridad del material eléctrico. Los productos se diseñaron para garantizar la protección total de los usuarios, siendo fruto de componentes testados, materiales garantizados y patentes únicas, como la del obturador de protección “Sicury” de 1968: una sencilla “mariposa” de plástico que impide el contacto accidental con las partes en tensión de las tomas de corriente. Al considerarla sumamente importante para la seguridad de las personas, la patente fue cedida gratuitamente a todos los fabricantes convirtiéndose rápidamente en un estándar normativo.
Con el boom económico Italia estaba en plena reconstrucción y también las instalaciones eléctricas empezaron a evolucionar rápidamente. Se fabricaron interruptores y tomas de corriente con un disco de cristal que sujetaba los dispositivos. Pronto se pasó a los elementos de porcelana hasta llegar a finales de los años 60 a la utilización de los tecnopolímeros que abrieron el camino a criterios innovadores para la fabricación del producto. Para desarrollar estas nuevas potencialidades, la empresa amplió sus líneas productivas y, con más de 300 empleados, pudo satisfacer rápidamente le demanda de un mercado en constante crecimiento. Se lanzaron así las primeras series residenciales que revolucionaron el concepto de punto de luz.
En sus primeros años de actividad, la sede de la empresa fue una antigua fábrica de sombreros. La idea, que iba a ser muy exitosa, fue dedicarse a productos para el uso residencial de la energía eléctrica, basados en elementos obtenidos estampando resina termoendurecible. Al principio la fabricación se limitaba a productos básicos, como portalámparas, clavijas, tomas de corriente, clavijas para planchas, pero a finales de la década se fabricó el interruptor de pera, un producto que durante muchos años estuvo presente en las casas de los italianos.