Vimar siempre se ha caracterizado por su marcado carácter Made in Italy con una auténtica “visión productiva” que implica a toda la cadena dentro de la empresa, desde la llegada de la materia prima hasta el envío a los clientes, con el fin de ofrecer un producto íntegramente realizado en Italia y ahora está centrando cada vez más su ciclo productivo en la reducción de su impacto ambiental.
Siendo consciente de que solo protegiendo el entorno es posible seguir creciendo y compartiendo a lo largo del tiempo, desde hace mucho la empresa de Marostica –líder del sector de componentes eléctricos y electrónicos, automatización y control de edificios y, después de la adquisición de la empresa Elvox de Padua, también videoporteros, CCTV y automatizaciones para cancelas– ha adoptado una política productiva “verde”.
El proyecto Medio ambiente, cuyos ejes son seleccionar, indicar y crear cultura, es un plan articulado y transversal dentro de todo el ciclo productivo (empezando por una correcta selección de los residuos) que permite reciclar el 60% de los residuos de plástico y la mayoría de los metálicos, así como indicar al departamento de Investigación y Desarrollo las dificultades a la hora de separar los distintos componentes para que el producto se diseñe desde un principio para que pueda desmontarse y reciclarse totalmente al final de su vida útil. Además, incluye una actividad de formación en los departamentos para que los residuos se seleccionen en origen reutilizando el material.
También la producción se caracteriza por un enfoque “ecológico”. En el departamento de pintura desde hace años se utilizan solo pinturas de base acuosa o reticulación UV y los pocos disolventes residuales se reciclan íntegramente. Esto ha permitido reducir las emisiones de COV (Componentes Orgánicos Volátiles) a la atmósfera por debajo del 50% de los límites impuestos por las normas europeas más rigurosas. Para los acabados metálicos, se están eliminando progresivamente los baños galvánicos. En lugar de este proceso altamente contaminante, se ha adoptado la técnica MSD (Magnetron Sputtering Deposition - Deposición por pulverización magnetrónica), innovadora y más ecológica, que aprovechando los principios de la física, y no de la química, elimina todo tipo de emisión nociva. Los iones de argón, pulverizados sobre láminas de metal en el interior de cámaras al vacío, determinan la liberación de átomos que se depositan en el producto creando el acabado deseado.
Además, para favorecer su eliminación por parte del cliente, todos los embalajes son totalmente reciclables. Los estuches y envoltorios de cartón delgado para los productos se realizan con material reciclado. En cambio, para las cajas de cartón ondulado para el transporte se utilizan exclusivamente colas ecológicas y se imprimen con tinta al agua sin sustancias nocivas.
Para demostrar que la ecosostenibilidad es mucho más que una idea positiva, en los 11.000 m2 de cubierta de la sede de la empresa en Marostica se ha instalado una planta de paneles fotovoltaicos que garantiza una producción anual de 710.000 Kwh que cubre aproximadamente el 12% de sus necesidades energéticas. Se evita así la emisión a la atmósfera de 350.000 kg de anhídrido carbónico, 8.700 kg de anhídrido sulfuroso, 6.800 kg de óxidos de nitrógeno y de 312 kg de partículas suspendidas.
Made in Italy también significa esto. Cuidado y respeto por el medio ambiente y sus habitantes.
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