Ciudad mágica con una arquitectura única, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Matera conserva una armonía irrepetible, fruto del encuentro entre historia y actualidad.
Aquí -en el corazón de los antiguos Rioni Sassi, que constituyen el núcleo urbano originario de la ciudad- se han restaurado algunas construcciones del siglo XVII acondicionándolas para convertirlas en un hotel: Corte San Pietro.
Las que antaño fueron antiguas case excavadas en la roca se han convertido en refinadas habitaciones de hotel, que dan a un patio que, gracias a un paciente trabajo de recuperación del pavimento original formado por las antiguas chiancarelle- ha recuperado todo su esplendor. Por la noche este espacio se ilumina con la luz de las velas convirtiéndose en un lugar sugerente y recogido, casi mágico.
El proyecto, obra de Daniela Amoroso, una joven arquitecta de Matera, ha logrado conjugar con éxito estos lugares históricos, con su fuerte carga identitaria, con la armonía, el rigor y el confort de la hospitalidad más refinada, contando con elementos de diseño elegante y siempre actual.
Precisamente como la serie Plana, sido elegida para permitir a los huéspedes y al personal un control impecable de la energía eléctrica y la iluminación. Minimalista en el diseño y cuidada en los detalles, Plana se introduce con naturalidad en los distintos espacios del establecimiento gestionando y distribuyendo la energía sin derroches, gracias a una tecnología inteligente con mandos intuitivos que regula las luces, la temperatura y los dispositivos para el confort y la seguridad. Con Plana la energía de Corte San Pietro se administra con una esencialidad totalmente italiana.
Teclas, mandos y placas -que sirven de marco- son todos de color blanco y encajan perfectamente en las habitaciones, rigurosamente monocromáticas y caracterizadas por tonos castaños: del beige de la piedra al marrón de la madera y el hierro Corten.
La búsqueda constante de un vínculo entre los interiores y el paisaje exterior se ha plasmado en la mezcla de la piedra local, la madera y el hierro que se repite en cada habitación con diferentes proporciones, siguiendo un esquema lineal y esencial. Elementos pobres, normalmente asociados a un estilo rustico, adquieren ligereza y modernidad.
Arcos de toba introducen a las habitaciones, espacios íntimos y envolventes, caracterizados por la presencia de nichos y oquedades que acogen distintos elementos de piedra. Para la decoración se han utilizado muebles antiguos restaurados y objetos típicos recuperados. La naturaleza penetra en cada habitación a través de varios elementos de mobiliario: antiguos arcones de madera de castaño convertidos en puertas, baldas o mesas, partes de antiguas sillas de madera transformadas en toalleros, secciones de viejos troncos utilizadas para asientos o mesillas.
Debajo de estos espacios se encuentran ocho antiguas cisternas, con su típica forma de campana, testimonios del antiguo sistema de aprovisionamiento de agua y excelente ejemplo de desarrollo sostenible.
La atención y el mimo del personal del establecimiento a la hora de acoger a los huéspedes, facilitados por la tecnología inteligente de los productos Vimar, representan otro elemento que convierte la estancia en Corte San Pietro en una experiencia realmente única.
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